Sujñani Sokei

13 Octubre 2024

Código Maestro

Tan sencillo, tan pequeño y tan justo para prevenir el engaño y el daño de quienes dicen saber: De estos hay varios, unos con más o menos poder sobre la mente de sus hermanos pues lo que si saben es impresionar, asustar y mentir. Estos pueden tener algunos conocimientos sobre los temas que dicen dominar, o pueden haber leído queriendo enseñar lo que ellos mismos no saben aplicar, pero no contemplan que es peligroso engañar a otros solo por dinero u otros intereses, habrá quienes se apoyen en diplomas universitarios para vender lo que es falso sin importar las consecuencias. Otros solo explotaran la necesidad y la fe de los inocentes, y habrá aun quienes en profunda demencia quieran hacer creer que son los esperados Mesías de este mundo o los ungidos por el padre.

Debes saber que así como hay seres genuinos y reales guías del camino hacia la verdad interna, también los hay, y en mayor medida los que son falsos, fraudulentos y expertos en la mentira y en la manipulación. A estos los podrás reconocer, me dijo el principio de la vida, mas no los juzgarás, simplemente los reconocerás como hermanos en la vida que se ignora. Más de ellos tendrás cuidado, que no siembren confusión en las mentes inocentes. La escritura continuó y yo escuchaba mi voz como de muy lejos, que seguía repitiendo de forma que parecía una letanía o rezo como sigue:

La vida fue la maestra de los primeros sabios de esta casa celestial. La vida cantó a sus hijos la antigua melodía del valor supremo y muchos al escuchar despertaron del sueño de temor, de dolor y de muerte, y al ver despertar a sus hijos la vida los llamó "Llenos de luz". Pero en el tiempo de los sueños muchos quedaron esperando por otra oportunidad y en su anhelo de libertad se hundieron en un sueño más profundo y en este soñaron que tenían la verdad, en su sueño se creían libres, y se veían felices. Cuando la vida pasó por sus tumbas, ninguno pidió despertar. Entonces, la madre de todos los seres, se recogió de nuevo en la eternidad. Desde entonces, nuestros hermanos siguen en sus tumbas, están muertos en vida y sueñan que los libros dicen la verdad. Que los libros tienen la voluntad de Padre y que los libros y sus cuentos y versos e historias son mejores y más sabios que la vida, que les permitió escribirlos.

Desde entonces, son tan escasos los que por sus propios méritos logran despertar, y los que lo logran levantan vuelo de regreso al hogar. Pocos han sido los que se han quedado y, de ellos, menos aún los que se han mantenido en el intento de despertar a sus hermanos, para que algún día regresen a contemplar a la más grande verdad de todas, la vida, pues sin la vida nadie nunca saldrá de la tumba.

¡Vida, Madre nuestra! ¿Quién despertará a tus hijos cuando, en un destello de tu gracia y claridad, descubran que no hay libro vivo que cante por sí mismo su escritura?

¡Vida, madre de todos los seres! Nuestros hermanos aún duermen en sus tumbas y tú estás por llegar de nuevo con la primavera del cielo. ¿Cómo hacer saber que sin ti nada nunca será?

Y la Divina Reina de los Dioses bajó en el último destello del sol que se ponía, dejando caer en mis manos el "Código Maestro" y como un canto lejano, como el viento que murmulla entre las montañas, le oí cantar lo siguiente:

Herederos de todos los bienes de la creación, estoy enviando a mis hijos amados, ellos son vuestros hermanos y los he llamado "llenos de luz", y cantaré en ellos mi canto y los humildes de corazón reconocerán la melodía y se preguntarán ¿cuándo la olvidé? Mi existencia en ellos será vista como por primera vez, llenando de un nuevo gozo, de una nueva visión y de un maravilloso poder a los que acaban de nacer. Ellos serán de esta tierra los manantiales de la luz de la vida, maestros vivientes, seres conscientes y despiertos al poder del amor. Arka-anaris fueron los ejércitos que bajaron por primera vez, y hoy habrán despertado de su sueño milenario y serán vistos más santos en esta tierra que estrellas en los cielos. La principal forma de identificarlos será por su forma de enseñar. Su enseñanza será distinguida por este Código y por su actitud, pues ellos serán fieles a la vida en cada uno de sus hermanos.

Razón

La razón no es enemiga de la fe aunque así se nos haya hecho creer. Fe es certidumbre y descanso, total confianza en lo que se sabe como verdadero, pero cuando a la fe le falta el conocimiento, la razón no puede utilizarse, la inteligencia se nubla y la mente está en profundas tinieblas, se llama fe ciega. La fe ciega es incapaz de razonar, la fe ciega es fanatismo que nubla la cordura, niega el sentido de justicia y de libertad, se opone a la tolerancia y al simple respeto de la vida ajena pues carece de amor.

Pero cuando la fe nace del conocimiento y este se basa en la razón pura, en el sentido común, se abre la luz y el poder de la sabiduría, y se llena la mente de las respuestas más extraordinarias y la coherencia parece adornar con sencillez la más alta verdad. Le hemos oído nombrar como la sencillez de lo grandioso. La razón será siempre la corona de una fe genuina, verdadera e impecable, la razón va de la mano con la justicia, la razón dará coherencia y la fe nos llevará a la actitud acorde, y a esto se le llama verdad.

Nunca renuncies a pensar por ti mismo. Utiliza tu inteligencia al cenit de tu posibilidad, que el principio de la vida te ha dado inteligencia para que con ella realices la sabiduría. Que nadie te diga que la verdad puede ofender y que el fin nunca justificará los medios que se utilicen.

Justicia

La Justicia verdadera nunca habla de castigo, sino de igualdad. Justicia es igualdad en derecho, en oportunidad, y en merecimiento. Todos los seres tienen el mismo derecho a los milagros, al amor y a la paz, todos los seres merecen ante el principio de la vida. Todos los hijos de la vida son iguales pues el sol nace sobre justos e injustos, lo que significa que todos somos merecedores y valiosos, que todos tenemos los mismos derechos y deberes y no debemos aceptar que nadie nos haga creer que somos inferiores, y que por lo tanto debemos obedecer. Nadie con maestría en el amor nos impondrá nada o nos obligará a nada, pero quien es maduro en el amor nos presentará siempre con una opción, una invitación, un consejo.

No aceptemos ver a nadie como menos o inferior a nosotros jamás, a nadie nunca humillemos ni subvaluemos pues por justicia todos somos iguales ante Dios. No hay hijos predilectos de Dios ni de la vida. No hay tal cosa como elegidos por Dios y si los hay entonces todos lo somos. No aceptes que nadie te diga que Dios se porta como nosotros, que es celoso, que castiga, que es vengativo, y que siente dolor por nuestra culpa, porque esta es la creación de los tiranos que desean asustarnos y amenazarnos o hacernos sentir culpables. (Manipulación).

Amor sin condición

La vida es amor, el que vive amará siempre y el que ama dará vida. Amor es la unidad de todo lo que existe en la gloriosa vida del espíritu. Amor sin condición es el resultado de haber madurado en la vida, es haber entendido que no hay dos, pero eternamente uno. Todo lo que existe es la creación y la creación es belleza y perfección, entonces recuerda esta ecuación:

La creación es todo lo que es; Todo existe, vive, siente y piensa en la creación. La creación es una y se llama vida; Una sola vida vestida de todo.

Y donde existe vida habrá por fuerza inteligencia; Donde hay inteligencia habrá propósito; Donde hay propósito habrá orden; Donde hay orden habrá armonía; Donde hay armonía siempre habrá belleza; Donde hay belleza hay placer; Donde hay placer por la existencia está el creador de todas las cosas. Donde el creador se complace es en la unidad de su creación, en el amor que es su propia vida.

Nunca aceptes enseñanza alguna que te separe de tus hermanos, que te invite a crear conflictos y agresiones o guerras. Nunca aceptes enseñanza alguna que te diga que la violencia contra la vida se justifica por el nivel o la grandeza de la meta u objetivo, o que hacer daño a otros seres vivientes es el camino.

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