¡Despertar es la respuesta! y el único camino para el fin del sufrimiento y la confusión humana.

En nuestro presente han surgido muchas neo-tecnologías psicológicas, grupos y técnicas que prometen mejorar la calidad y el valor de la vida del individuo y conducirlo a la realización por varios medios. Pero ¿como será posible cumplir tal promesa cuando se ignora lo que se desea mejorar?, ¿Qué es la vida?, ¿Que mejoría pudieran traer las técnicas que se han convertido en negocio cuando nuestra conciencia es enfrentada a su realidad, nada resulta más claro que, todo está ya en nosotros, nada y nadie nos puede dar lo que ya es nuestro desde el sublime momento de nuestra creación. Es en la sencillez de este entender que se fundaron las antiguas escuelas de la sabiduría. En una Escuela de Conciencia somos conducidos directamente a tomar conciencia de nuestro ser, a la realidad tras lo aparente, en una exploración del ser en el ser mismo, no en lo externo.

El maestro nos habla del propósito de su trabajo en el escenario de la conciencia humana, sostiene que su principal misión es la de educar, preparar a los que desean el camino del despertar de su conciencia, a su realidad espiritual, el maestro nos dice que el sendero hacia el despertar no es religioso ni sectario, el sendero al que él invita es uno de meditación, de contemplación, de estudio y reflexión pero sobre todo de acciones congruentes con los más altos valores humanos, nuestra escuela es un granito de arena en un inmenso entramado de propuestas y perspectivas de conciencia que contribuye al crecimiento, a la madurez, al desarrollo del potencial humano, al empoderamiento del individuo, que habrá de ser el dueño y señor de su destino y a contribuir al bienestar de la humanidad con sus pensamientos, palabras y acciones.

Ya que estamos ante el despertar espiritual de los que serán los maestros de una nueva sociedad humana y los seres sensibles al llamado serán los instrumentos de una transformación global pues ellos despertarán al poder de la vida y trascenderán toda limitación en la forma. Regenerarán y preservarán a la madre tierra, educarán a las nuevas generaciones en el supremo valor de la vida, por medio del ejemplo, pues no habrá teóricos entre ellos sino llamas vivientes de sabiduría.

¿Qué somos y a qué hemos venido?. Antes que cualquier conocimiento está el conocedor. Ya que no hay libro sagrado si nadie lo leyó y no hay templo santo si nadie hizo oración en su interior. Cuando se ignora quien es el que sostiene tal conocimiento el conocimiento se convierte en una ilusión más. De qué sirve cualquier otro conocimiento cuando se ignora quién es el conocedor, tal conocimiento no tendrá sentido real y duradero.